El diario expansión nos informa sobre las nuevas herramientas jurídicas que las empresas pueden utilizar para proteger sus secretos y estrategias comerciales.
La nueva directiva europea sobre secretos comerciales aumenta la protección sobre la información relevante para una compañía, pero obliga a las firmas a adoptar medidas adicionales de control.
Coca-Cola guarda con celo la fórmula de una bebida que se conoce y se consume en todo el mundo. Este secretismo forma parte de su estrategia de márketing, pero también reporta a la compañía miles de millones de beneficio.
No sólo esta multinacional protege la información corporativa más sensible, ya que se trata no sólo de una fuente de ingresos sino de una de sus ventajas competitivas frente a otras compañías del sector. La Comisión Europea, consciente de su importancia, planteó la necesidad de armonizar su protección en las 28 jurisdicciones; fruto de ello nació en junio de 2016 una directiva que deberá ser traspuesta en los próximos dos años. Este proceso legislativo se ha desarrollado en paralelo a Estados Unidos, donde el pasado mayo se ha adoptado una nueva ley federal que regula esta materia.